LA PALABRA DEL MINISTRO ES LA JUSTICIA DE LOS POBRES CUANDO NO CANTAN LLANTOS...
REINOS DE ALSI:
LA CONJURA DE LA ARMADA
SALONES DEL TRONO, CIVDAD DE NATIUM, REINO DE EXÓDEO
Imponente, el gran Ministro de justicia golpeó su báculo contra el suelo de la sala del trono. Al momento se hizo el silencio, en respuesta a sus exigencias, de todo lo que le rodeba. Sus palabras resonaron sagradas bajo las altas bóvedas de orgullosa piedra. El Manwattara Manu, ejecutor de leyes, cumpliendo las asechanzas tomó parte del ceremonial a renglón seguido…
El ministro alzó su vista hacia la reina Shannen Prue, Señora de Exódeo. Fuera del palacio rugían salvajes las bestias. Un tenebroso minotauro sacudió de un soberano puñetazo las puertas de delicada forja y aldabas de bronce. El ministro siguió con Manu recitando el mantra que estaban cantando. Las paredes restallaron como si la piedra se quebrara entre sí misma…
El rugido del minotauro acompañó un segundo puñetazo. El ministro se mantuvo imperturbable y Manu alzó todavía más la voz. Desde detrás de las sólidas puertas un bufido gutural resonó en los oídos de aquéllos. El ministro clamaba bajo el ancho cielo orden en el reino, y nadie aunque fuera ciudadano o invasor, reclamaba contra su palabra. Como si fuera sobrenatural las puertas cayeron aplastadas por el impacto del cuerpo del minotauro. Sacudieron la respetabilidad que se respiraba en el entorno de la sala del trono. Envolviendo su mano en un haz de energía el ministro se acercó sobre el cuello de la bestia y lo cercenó sin contemplaciones, entregándole la cabeza.
-Esto es un nuevo golpe de la alianza Sephe, mi señora, os dije que esas bestias de sucias escamas nunca descansan. Lo ladino les es parejo por su naturaleza-
Las aseveraciones del ministro no sonaban a broma, y menos cualquiera otra cosa que fuera a ser dicha a continuación. La reina Prue habló:
-Señor Manu, usemos el omphalos, la profetisa dijo que las palabras de la poetisa no serían menos ciertas que las suyas.
Shannen cogió la cabeza de manos de Manu, y la bañó con el contenido de un frasco de elixir que extrajo de su túnica. La cabeza se revolvió nuevamente en un estertor agónico y le escupió en la cara. Ella inmisericorde la echó rodando al suelo hasta que se envolvió de un manto de llamas, quedando reducida a cenizas y un ennegrecido cráneo dantesco. A continuación el cuerpo de la bestia se levanto y empezó desgajarse de su carne según se dirigía a recoger el cráneo. Unas infernales llamas brotaron a pares tanto de las vacías cuencas como de los cuernos. Así, con sus esqueléticos puños golpeó el suelo agrietándolo fuertemente. El ministro se tambaleó ante el golpe pero resistió apretando los dientes el embate, mientras la rúbea gema de su báculo se iluminaba….
La última sacudida hizo retumbar hasta los sagrados tronos, y la pared tras ellos. Un eco sordo siguió a continuación para dejar que la pared se abriera y los tronos se hicieran un lado. El minotauro y una hueste de guerreros esqueletos, que irrumpió irrefrenable en la sala, contemplaron el singular espectáculo. Tras los tronos y enclavada en la pared descansaba una suerte de tecno-ataúd envuelto en servocables, conteniendo parte de un sistema nervioso con su cerebro y un par de ojos además de unos pulmones.
¡¡¡Los restos del orgulloso guerrero Iaco!!! , herido de gravedad ante los Sephex en la última emboscada sorpresa. El secreto se había ocultado a todos y sólo los meka-arcontes sabían cuánto se hubo de hacer para salvarle. Viendo que todo parecía perdido los ontecnólogos se encargaron de él con singular maestría, permitiéndole conservar tanto conciencia como autonomía. Iaco habló a través del biocontenedor de crystalo y clamó con rabia el que se hubieran atrevido a ultrajar el orden, y conminó al ministro a obrar como sabía. Éste raudo sacudió de nuevo el suelo con su bastón, e irradiando a todos los presentes desintegró los esqueletos de la sala. Manu miró a Shannen y sin rechistar se lanzaron contra el minotauro esqueleto, quebrándole el primero las costillas con su espada. Shannen con un golpe quinético le partió el resto de los huesos y aplastó su cabeza apretando su mano. Manu preguntó los presentes con la verdad en sus palabras le narraron lo sucedido completándolo Shannen, que a la vista tuvo más suerte.
Akherum, general androide, hizo acto de presencia portando la lanza de los desleales y se la entregó Manu, que sacralizándola cedió a dama Shannen. De la lanza emanaron una serie de ondas sónicas que envolvieron el mekacaparazón, desplegándose de éste unos pares de tentáculos de hierro forjado. Haciendo su parte el ministro empujó la lanza con Shannen. La encajaron en la abertura preparada para disponerse tal caso, bajo el tubo de líquido exogénico, hasta retrotraerse por completo. Manu les tranquilizó a todos y les explicó su plan, pasando por recuperar un conjunto de artefactos robados de la armería desleal de Roushe, próxima la iglesia del Gran Sacerdote Pedo.
Shannen llamó al ontecnólogo jefe y los suyos, a la postre servicio de sanidad de la ciudad. Ante la sorpresa de todos, salvo Shannen, Iaco se destrabó de la pared desplazando la cápsula y anexos necesarios. La pared termino de abrirse mostrando el conjunto del retorcido soporte al completo, para orgullo de los ontecnólogos. Akherum se enfadó y reprendió su discípulo. Aún en esta circunstancia él seguía siendo el maestro.
Iaco no rechistó meditabundo en profundidad, y absorto en sus pensamientos se agitaba en la micropecera. –Ahora ya no soy tan distinto de Kusanagi, verdad- dijo. Manu no lloró ni se afligió, pero con juradas palabras proclamó que habría un caza de escamas. Akherum también señaló que a este tiempo también Esther estaba con ellos. Entre todos los presentes en la sala, y ante el ministro de justicia y su acta, planificaron el devenir de la situación, nombrándose a Shannen Señora guardiana de Exódeo. Y según ley vigente en su lugar se eligió un Arcotribuneo colegiado del propio ministro y el cuerpo de otecnólogos, elegido por el pueblo tres días después como exigían los rituales de justicia.
A efectos legales Iaco había muerto en la batalla (siendo realmente llevado en secreto al laboratorio-armería de Roushe en las catacumbas de Natium) y su cuerpo se destruyó en las ebocalderas sin exequias ni título otro, siendo borrado parte de su socioreferente por su propia petición. Inadaie velaría porque sí siguiera todo. Manu clavó su espada en medio de la sala y en respuesta el biosoporte se retrotrajo sobre sí mismo para no ser de nuevo abierto durante un tiempo que se intuía largo y absoluto. Envainó la espada a su espalda y se cerraron las puertas de la gran sala tras de sí.
ESCALERAS DE PALACIO, VOZ DE MI N/T OS
Una voz de eco que los envolvío profirió palabras que reflejaban sus pensamientos conjuntos. Shannen calló, Manu calló y alzó la vista hasta el final del pasillo y las escaleras contiguas donde se hallaba Esther. Ella les esperó hasta dejarse alcanzar y uniéndose al paso. Esther informó a Shannen y Manu de Vania. El menasje que les traía era de los nuevos designios de los kitsune y orochi. En medio de la soleada plaza, rodeada por cuatro fuentes (una por cada uno de los puntos cardinales) un halcón descendió del cielo a dejarse reposar en el hombro del Manwattara.
De la mochila a la espalda del alado Esther extrajo una pieza de metal-piedra, una brújula eje y una gemoesfera de color lapislázuli y turquesa ribeteada con círculos de estaño.
-Bien, esto es lo que quieren Vania y Roushe- asintió la doncella Esther.
Sin más que decir todos se dirigieron al laboratorio de las catacumbas. Esther no dejaba de pensar en Sao Edom, por más vueltas que intentaba no darle. Caminaron hasta la calle de saeteros, donde los mejores arqueros tensaban y disponían todo tipo de armas arrojadizas y arcos, muy del gusto de Akherum. A continuación acudieron a la posada de Ak-Kanvar, allí les esperaba un cuerpo de desleales. Recogida la guardia, y ante los presentes, un guardia de división susurró algo al oído de Manu. Manu asintió y tal sucedieron éstas cosas, continuaron el camino.
MEDIA TARDE BAJO LAS CROXLUX
Llegados al laboratorio una grata sorpresa esperaba al grupo. Akherum, conocedor de los sistemas de seguridad que poseía el complejo, los fue desactivando y reactivando la paso de la comitiva con serena postura. Akherum y el Gran General Antho se saludaron con sus pleitesías de codicismo militar y demás gestos. Esther sonrió delicadamente y Antho captó la mirada.
-¡¿Antho…!? , está de verdad todo dispuesto… Lo habéis mantenido estable…- indico Esther.
-Es un placer comprobar que mis órdenes han producido tan adecuado resultado. Deberé premiar con más insignia a la cuestoría de vuestra guardia. Sin duda han cumplido más que magníficamente su cometido y antes de lo previsto.- expreso el valiente guerrero
Agradecida Esther volvió a sonreír. Confiaba en Etho, cuando éste la había informado de que su escolta le había sido encomendada por el Consejo. Sabía que toda dedicación sería tan de calidad como el general acostumbraba, tomándose siempre en serio sus misiones. Pero esta vez, aún con los conocimientos unidos de ambos, el reto que se planteaba revestía más superioridad que lo acontecido apenas tres semanas antes…
-Esther, tus advertencias se fueron cumpliendo como indicaste. No obstante a pesar de los radiodiagnósticos han ocurrido unas cuantas complicaciones, por eso debieron intervenir los otecnólogos. Monitorizamos sus constantes… Y yo mismo me encargué de la carga del arco-sistema de vaciado, el resto, ya sabes… que es cosa tuya.
-El halcón te mandó lo que me pediste, no es así. Cuando llegué ya estaba por aquí con Manu y Shannen. Vamos contrarreloj, pero es bueno saber que se pueden bloquear manecillas, de vez en cuando …- respondió ella.
No gustaba de inquietarse, pero desde que hubiese recibido la transmisión hasta los días presentes, no dejaba de pensar. Coordinados esfuerzos y técnicas, a pesar de la distancia, la vigilancia al estado del tecno-ataud era rigurosa. Desde el más mínimo detalle hasta consecuencias más absolutas. Para verificar la corrección de toda pauta, los procesos se recontrastaban. Ahora llegaba la fase final del proyecto cuando Esther entregó a Antho un servo-matriz de espectro conmutativo. Tal dispositivo se encargaba de contener los flujos neuronales y el riego del sistema nervioso. El proceso de su creación, asistido por un bioprocesador, reportaba el riesgo asumido. Para terminar de salvar a Iaco había que fomentar, según los otecnólogos, la recepción del cromoplasma en los nuevos biorritmos a estabilizar del sistema. Si Iaco terminaba de asimilar el viroagente, aún tendría que recanalizarlo con su propia voluntad. Debí hacerlo a través de su propia médula espinal. La cuestión radicaba en el control de paso por sus dañadas arterias, podía intentarse una exo-diálisis sanguínea. En ningún momento el bio-contenedor podía disminuir la cantidad del líquido exogénico contenido.
Un grito de dolor escabroso, les retorció sus conciencias, cuando Esther bajo la cabeza. La interpretación fue inmediata, habiendo inoculado Antho el vial, entregado por Shannen. El viroagente, convenientemente mezclado con la proporción de líquido exogénico calculado, empezó a actuar sobre el proceso de creación de las necesarias enzimas. El resto del proceso lo controlaba el mencionado dispositivo que ejercía como el tercer cirujano de la operación. La realidad no era menos cierta comprendido que realmente el propio sistema era un ente tecno-orgánico. Éste sería quien actuaría junto con el propio Iaco como un ente en régimen de simbiosis. Asimilado en parte por un autocontrol psicoinducido inconscientemente por su propia conciencia, parte desde el patrón nervioso de su propio encéfalo…
ALDABAS DEL FÍO BRONCE
En medio del mar de tranquilidad las férreas se abrieron al paso de un comando de seis fantasmales guerreros esqueletos de majestuosa presencia y aura. Shannen y Esther tranquilizaron a todos explicando que eran la guardia sagrada de los túmulos al tiempo que éstos presentaron sus respetos. Echaron sus armas al suelo y prestaron sus artes trazando un pentagrama místico entorno Manu. Al momento sus ojos y boca brillaron, descargando un relámpago sobre el mismo círculo, que restalló lleno de fulgurante energía.
Los otecnólogos informaron que las reservas estaban al máximo como debía hacerse para mantener activo el laboratorio, como explicaba Antho.
Akherum, de mano maestra, a un punto desenvainó raudo su espada. No hizo falta más, todos sabían que cuando esto ocurría es porque había problemas y nunca erraba. Cinco engendros, parecidos a pterodáctilos bicéfalos asediaron las entradas del laboratorio camino a los Túmulos de los Reyes Aggelos. Antho se le unió bien enseñado y con igual maestría sacó su báculo de cadenas. Se lanzó como un suspiro y en un momento estaba sobre el cuello de la segunda bestia intentando estrangularla sin contemplaciones.
Sus manos eran divinas, propias tanto del mejor artista como del mejor asesino. La rabia invadió a Manu que descargó otro golpe al estómago de otra de las bestias. Esther y Shannen fueron más sádicas, valga la excepción. La primera, serena hasta ahora, juntó sus manos en varias posiciones ejecutando varios mantras y dos de las bestias en el cielo se revolvieron camino al suelo presas de la gravedad…
Los guerreros esqueletos, que otrora custodiaran las férreas puertas, entorno al pentáculo sacudieron la escena con retorcidas carcajadas terroríficas. Cogiendo a Iaco entre dos y llevándolo al combate cual cid muerto vieron como su señor se recuperaba del trance de la operación. Envuelto en rabia corporeizada como un salvaje jabalí espectral emanó un aura magnética aprovechando su contenedor de metal crystalo y atrajo hacia sí parte de las armas que le cedieron los óseos guardiánes. Momentos después un ala membranosa sacudía con un estruendo grotesco el suelo.
Manu sentenció el asunto advirtiendo a todos que el flujo de energía que los rodeaba aumentaba, como si el ambiente lo perturbara. Shannen lo reafirmó sólo para que al momento una tormenta cayera sobre los alrededores. Esther se sacó del bolsillo un prisma del mismo metal crystalo que actuó como un pararrayos y encerró con una atroz descarga unos rayos.
-Esto servirá como un Canopo-alma- indicó encantada, nadie cuestionó más sobre que reportaría.
-¡¡¡Los aerogeneradores… el fuego de la forja agita la caldera de la ciudadela!!!-
El eco de la voz metálica de Roushe, protegida con una cromoarmadura de forja, alertó al Manwatara. La impresión fue general al extenderse por la contemplación de la propia “Dama Armera Mayor”. En vez de su delgada forma se representaba en una cobertura similar a un aspecto de capa voladiza envolviendo una cota y caperuza sobre sí. Q-3, sabio holo-ingeniero la seguía. Mientras ella apretó aún más la capa sobre sí dando el especto similar al de un murciélago envuelto en sus alas. Acto seguido arrojó sobre el servosoporte vital de Iaco un puñal, que se clavó de lleno atrayendo un relámpago. El atroz clamor reveló una sorpresa aún más chocante.
Cuando el remolino se disipó Iaco caminó desde donde estaba y mostró a los demás como su habitáculo había mutado maleándose el crystalo. Apareció envuelto de una forma humanoide transparente, que aún lo contenía como un destartalado cerebro asido a su médula. No obstante las armas de los esqueletos transmutaron en insectoides brazos asidos a su espalda. El rechinar de la espada de Akherum sobre una piedra chö atrajo la atención de los demás cuando les avisó que ante ellos parecía verse como una cortina devoraba las orgullosas torres de Natium, ciudad hermana de Laesencia.
LOS MANDOS DE LAIONE
El Ministro de Justicia apareció transfigurándose desde una etérea quimera ante Manu y éste supo lo que había de hacer.
-No temáis- dijo Manu-No es lo que pensáis, aunque realmente es algo peor de lo que queráis creer, porque…-
-…ES UN AVATAR- completó Esther, y nadie dudaba de su saber mítico.
Adoptando la bruma forma de esfinge sus alas cubrieron los destellos de luna y un voz siguió:
El señor de los secretos os amenaza, vociferaba. Ocultar fantasmas reporta estas cosas, porque los secretos en verdad debilitan las verdades pero nunca ofuscan, pues son como las tormentas de verano. Pues en el fluir del mundo… Son como el agua que corre.
Esther, magnificente portavoz replicó a la quimera. Le hablo como bien sabía y exponiendo mucho para detallarlo aquí por lo denso del discurso.
La criatura respondió al oír lo que esperaba, quería en verdad confirmar lo que muchos decían de la mitóloga, que es la que está más cerca de Dios-Vania de lo que nadie está, y así era. Transfigurándose al recogimiento de sus alas el ente se disipó.
Manu y Esther cayeron a renglón seguido desmayados, como si asidos por la misma cuerda se arrastraran mutuamente. Iaco estalló en un montón de trozos, recogiendo Akherum el más grande, conteniendo su sistema nervioso fusionado aún más con el viroagente simbionte. Huyeron hacia la gran plaza fuerte de la villa, buscando la protección del Gran Consejo de Otecnólogos.
TRES DÍAS DESPUÉS…
SALA DE TECNO-RECUPERCIÓN
Esther y Manu, en similar estado a un autocoma inducido reflejaban descansaban en quieta calma. Entorno a las bio-estaciones estaban los demás acompañados de Roushe y el mismo Ministro de Justicia, convocado por la propia Roushe. Ésta dirigía junto con Shannen el ministerio admitida la situación de gabinete crisis. El Ministro perpetró la consignación legal notaria. Tras ellos las puertas se abrieron mientras los otecnólogos charlaban con Akherum informando según estipulaba.
Shannen y Roushe atrajeron la atención cuando la segunda por fin extrajo de entre sus velos tupidos algo de interés general. Majestuoso en su mano destacaba un prisma, similar al recogido tiempo antes por la propia Esther tras el encuentro con el ente avatar.
Un metalocanopo conductor de energía, como si fuere un pequeño generador. Al acercarse Akherum más cerca reaccionó por su ontogénesis.
-Cuidado general, aunque no vas mas desencaminado porque es para ti, yo no dije que se perdiera todo…- indico serena y dulce Roushe, al soltar el prisma a velocidad pasmosa despegó de su propia mano hasta clavarse en el pecho acerado desentrañando la composición estructural del coloseus.
Akherum se sintió revivificar estallando en un sensación de potencia, un marcador resaltó en su pecho similar a la carga de batería. Cuando éste pareció sintonizarse con su microsistema interno su brazo transmutó en un ingenio similar a un descargador de plasma. Roushe le indicó que dispara sin miedo, liberando la energía. La descarga ionizó el entorno del complejo médico y para sorpresa de todos “resucitó” a Manu y Esther del coma. Ambos se levantaron confusos, como si aún retuvieran en la retina la imagen del avatar. Roushe habló.
En el exterior los árboles restallban como empujdos por brutal agonía. Manu gritó en una sacudida destructora, un autentico rayo negro de su garganta. De un empujón cargó contra la ventana, alejando a Esther aún así con quieta maestría, y apartando las persianas al momento estaba en el centro de la gran plaza ante las cuatro fuentes cardinales. Alphonzos, el Romet le esperaba, jurandole cuando llegó su palabra. Encomienda del templo de marmórea fachada pulida carne de decano de Arcadia emblémathaos.
El Romet le entregó un pequeño biotubo con dos gotas de sangre. Sólo añadió que Shannen sabía y ella le pidió así. Manu las cogió y lo guardó en un bolsillo del cargocinturón a su pecho. Hecho esto lo acompañó tras teleportarse pasaron por la enfermería y recogieron a Roushe…
TIEMPO ICOSAÉDRICO, EL VORTICE DISFORME
-Tiempos suspendidos-
Teleportados hacia el vórtice vació atisbaron la entrada cronotemporal del Templo del Cielo. Bajo las ramas del Árbol de frutos se cobijaban Laurisilva e Inadaie.
Junto a ellas tres Shepe de armaduras de cromoescamas, enseña de embajadores traidores.
-Supimos lo del asalto a las armerías, pero l voluntad de Amma parece mostrarse de sentido más personalista, esquiva incluso a los hijos de su carne-
Manu dubitó y al mismo momento tras la cabezadel sephe una láurea envolviendo un yelmo Orochi centelleó iluminando las raíes bajo ellos.
Obedeciendo una cuasi-orden mental la tierra levantó un brazo de ramas sosteniendo una escama de alektovibor que Manu contempló. Laurisilva dirigida por el sephe la frotó sobre el contorno de su hacha de guerra de doble hoja, tras desprenderlo de su espalda.
El linaje de la protegida que los orochi y kitsune guardaron de la enseña- dijo el sephe- Est escama es de tu padre y robada al gran visir, agente y amigo de bifidas bifurcaciones lóbregas. Juntadla con la esfera Uhm. La bestia de mar responderá desde la dureza de su concha.
La montaña sobre el templo, a acto seguido, precio susurrar. Pero solo Manu de oido sentido, voz de pluma y mano de dictos oyó, por cuanto supo Iaco el supo. Del canope de Indaie la vida brotó cundo la parida bajo la flecha de estatua en los jardines alumbró la proclama de Pedo.
Laurisilva lloró, la firme hacha se estrelló contra el suelo resuelta de su mano sin presión de fuerza otra. El nombre de nátura. Un fruto cayó y se deshizo sobre l tierra descubriendo de su interior una flecha igual la que recibiera Inadaie llegando ante el guardián Q-3.
Manu comprendió. Y Laurisilva desprendió de su brazo la cobertura de arquera, que Akherum le diera en un época olvidada y solo presente para ellos en su mente. La decoraba con una serpiente enrollada, junto a un libro y grabada a fuego ardiente de forja prendida con el trisquel.
El arbol se abrió mostrando el esqueleto sedente de un antiguo monje sosteniendo las desaparecidas armas de Roushe… La propia Dama Armera se sorprendió.
Las sacamos y las trajimos, aunque la hora de la amatista no nos permitió hacerla antes para traerlas aquí como se exigiera en conveniente.
Roushe reveló a Manu todo y el sephe le explicó el resto. Ellos eran la escolta traidora que guardaba a Iaco en su infiltración. Sangre del tótem serpiente y caricia del linaje de Alsi, legados de la sabia Emrha. Con las armas protegidas en el templo y sacralizadas, bajo cobijo de la montaña y sus frutos, se cerraba el ciclo de la “Escama rebelde del Romet”. El que iniciara con los infiltrados en filas sephe. Según sus rituales una Escama permitía activar el Don de Orochi, anunque en mucho tiempo nadie quiso el cultivo de tales rituales salvo la Dam de hoja-colmillo-Laurisilva-, por cuyo don se explicaba de entre otras cosas su capacidad para producir heridas críticas.
Inadaie alzó al cielo un velo de los que cubría su diadema, que transformado en aspid voladora mordió uno de los frutos y cayó en manos de Laurisilva envuelto en un crisálida.
Dama lejana umbra de mi mano, esto y te fue contado hace mucho tiempo por cuando en el cielo se alzó el lobo de escama de río que enseñó a la niña la voracidad de sus padres y de aquéllos como éstos. La bruja también voló bajo el manto de urraca…
Y en lo alto de las montañas una niña le silvaba a sus cabras y un pequeño pájaro, y con ella el anda Clara. Y lo largo del mundo el niño que buscaba a su madre sabía que tenerla en el corazón es el primer paso para correr un camino.
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