sábado, agosto 30, 2008

A la luz entre las columnas. Donde la señora de Roma, con falso nombre de asesina espera con voz dulce

Cuatro cuartetas esperan

Cuatro lanzas tejidas de hilos de plata

Una por la bordadora leal
Otra por la flecha de oro
Otra por el abismo infinito
Y la última por lo celestial

Escrito en piedra el testamento
Con lágrimas en ojos de gigante
Con la llama elemental
Bajo la luna salvaje

El maestro Michel
en las torres gemelas del Sena
Callando la voz de marmol
El mensaje secreto

El corazón de la lealtad
Visiones oscuras
Claridad renuente
Un brillo de una armadura gris

La mentira de la dama carmesí
Una gota de sangre, mil lágrimas
Una espada justiciera
La bestia desatada que ataca y se esconde

Acechando a los canallas
Una toga azul irradia claridad
Un rifle en la noche
Un puño negro

La lanza teñida de azul
Y el yelmo honroso
Sin ojos
Pero con alma infinita

El orden inverso
con el color de la injustica
Que colorea mentiras
De manto carmesí

Blancos narcisos
De negras manos
Caudillos alados
Jinetes de las aguas de camino

Desde grandes cúpulas el sigiloso espera
Una llamada para la paz
Un rostro al albor

Tenebroso para iluminar
oscuro para desenterrar
Tejido para destejer
Caminado hasta volar

El halcon es la última palabra
Y mientras el capitan lucha en silencio
Bajo las cloacas

No hay comentarios: